29.4.06

Límpiese las lágrimas Doña Cata

Probablemente no es el momento adecuado para escribir… pero al fin de cuentas, si dividimos las veces que he dejado pasar la inspiración entre los momentos “correctamente” adecuados para escribir, el resultado favorece lo que estoy haciendo en este momento…

Escucharlo hablar es genial, en verdad, es 1 de las 2 voces que pueden apagar miedos en mí. Pero cuando lo escucho cantar (¡cantarme!) siento como si no hubiera otro sonido en toda la faz de la tierra que me de esta felicidad. Nunca antes había experimenta este tipo de bienestar, ni siquiera en aquellas veces tan intensas., y se que n o son afigurancias solamente.

Mientras canta paso de la sonrisa-estúpida-enamorada al estado feliz tonto, desde las lagrimas contenibles hasta las incontenibles…

Supongo (y no me importa si lo hago mal), que cualquiera en mi lugar tendría el corazón tan lleno de alegría y gratitud. No es cosa de todos los días, y se muy bien que no es un gozo que se le da todos los humanos; esto es en gran manera especial, sobrenatural y único.

Mejor me pongo a escuchar.

28.4.06

Mi otro blog...

A .:NEBLINA:. le debo mucho.




Siempre será mi 1era ventana...

27.4.06

Confesiones.1


Hay veces que soy una mala persona, y lo peor es que me comporto así con los que más me quieren… Una introducción que sólo me desnuda ante su presencia jejeje, el caso es que en esta ocasión hice algo malo sin la intención de hacerlo.

Era un típico día de clases, con todos los atributos necesarios: flojera, hambre, sueño, extrañación, tareas (no hechas, hechas), maestros, amigos, trabajo, etc. Yo no había hecho una tarea. Mi amiga Sol, que es bien shida, me dijo: “Amiga, yo te hago la tarea”.

Por obvias razones, le dije que si y le di muchas gracias, ¡soy muy concha! De hecho, ya sobrepasé ese estado, estoy en el “nirvana” de la conchudes, soy toda un Panecito. Ella hizo mi tarea y su tarea, no la imprimió por que no había hojas en la sala multimedia… “Pues lo grabamos en tu HSBC y lo imprimimos en el laboratorio”.

Sol se adelantó, a fumar y a socializar (ella si lo suele hacer). Yo cerré las puertas y estando afuera grite: “Soooooooooooooooool, Soooooooooooooooooooooooool…” y no recibí respuesta, entonces pensé que ella se iba ido al laboratorio. Bajé, con toda la flojera del mundo encima, entré al lab y no estaba Sol. Pensé en adelantarme a imprimir mientras ella llegaba.

Al abrir los archivos noté la discrepancia en el número de hojas de cada trabajo. El que ella hizo para mi tenia 12 páginas y el de ella 7. Revisé mis bolsillos y vi que solamente tenía lo suficiente para pagar la impresión de 9 o 10 hojas, así que decidí imprimir el trabajo de Sol.

Subí a mi salón de clases, feliz de la vida con mi tarea. Sol me preguntó: “¿Lo imprimiste?” Le dije que si, pero sin especificar que solo imprimí para mi.

“Entreguen la tarea”

Me levanté de mi asiento (que por cierto, es el último lugar de la última fila). Volteé a ver a Sol, su cara de “amiga gracias por imprimirme la mía” me hizo poner ese gesto en mi cara, el que hago cuando estoy encubriendo algo o cuando digo una mentira… “No me la imprimiste, ¿verdad amiga?”

En esas ocasiones no es necesario contestar.

Después de eso sucedió lo del video jejeje… y si estaba enojada mi amiga...



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26.4.06

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Se me ocurrió tener otro...